Todo comenzó en 1987, cuando un grupo de residentes de Talamanca, preocupados por los rápidos cambios sociales, culturales y económicos provocados por el auge del turismo, comenzaron a reunirse. Estas reuniones reflejaban un profundo amor por su tierra y un deseo de preservar su identidad en medio de la transformación. El turismo estaba surgiendo como una respuesta a estos cambios y en 1990, decidimos formalizar nuestros esfuerzos. Entonces nació la Asociación Talamanqueña de Ecoturismo y Conservación (ATEC), una organización sin fines de lucro con la misión de promover el turismo ecológico basado en la naturaleza en Talamanca, al mismo tiempo que preserva los valores comunitarios y fomenta la expresión cultural.
En 1991, la pavimentación de la carretera principal que conecta Talamanca con San José hizo que nuestra región fuera más accesible. Este desarrollo trajo nuevas influencias, que a su vez impulsaron el surgimiento de negocios orientados al turismo: transporte privado, alimentos importados, guías no locales, piscinas y entretenimiento. Sin embargo, con estas oportunidades vinieron desafíos. Notamos que la cultura local y las oportunidades económicas tradicionales comenzaban a verse afectadas.